domingo, 29 de junio de 2008

Vivir bonito

Ayer no ganó un equipo de fútbol. No sólo. Ganó una idea, una concepción de la vida, una forma de ser y estar en el mundo. Ganó una inmensa lección. Nunca más miedo, nunca más la mentira de las trincheras, nunca más, en el campo ni en la vida, colgados del larguero. Jueguen bonito, vivan bonito. Ganarán siempre. Ayer se desactivó el discurso de los emboscados. Ayer las flores barrieron a los tanques. Ayer los pájaros trinaron hasta hacer callar a las escopetas y corrieron a aletazos vivos y vertiginosos a los hoscos cazadores. La música de ayer sigue sonando esta mañana. Cuando tengan dudas, cuando arrecie el viento, nunca más un pelotazo, no se embarren, levanten la vista, toquen, toquen, ofrézcanse, tiren diagonales, gústense para gustar. Ganen, sí, pero de esta manera. Sean valientes. Abrásense defendiendo su criterio. Háganlo aquí y ahora. No esperen a mañana porque la primavera no espera a nadie.

7 comentarios:

morena dijo...

Creíste, venciste y sonreíste, enhorabuena

bésote

Forlati dijo...

Sopa vosté de bades, senyoret!

Anónimo dijo...

Ma que escrius bé i que eres dotor!

Muy bonito era, pero que muy bonito!!!

Vicè dijo...

És de veres, però crec recordar que Forlati i un servidor encertarem el finalista. Això ens dóna dret a una copa després o algo per l'estil, no?

morena dijo...

Señor Vicè, si usted apuesta alto, yo también, recordemos que en la cretina a la que fuí invitada el sr J dijo que el anfitrión y yo teníamos cuenta (conjunta se entiende), eso significa que me van ustedes a invitar a mí también, no? jajajajja

un beso a todos

Anónimo dijo...

Pero para eso hace falta talento. A mi me pone más cuando se gana sin talento, como hizo Grecia hace 4 años. Lo veo mucho más heroico. Que ganen los buenos es lo previsible. Pero cuando ganan los feos entonces es todavía mejor.

bar Torino

diafebus dijo...

En el fútbol es casi norma que ganen los feos. Capello ha hecho del feísmo su divisa y colecciona títulos. Italia y Alemania no enamoran, tiran la puerta a patadas y desvalijan la caja. La propia Brasil cae a menudo en la vulgaridad a puro de apostar a ser brasileños. En la vida suelen ganar los leñadores. Los jardineros se arraciman en los hospicios. Por eso me gustó el triunfo de España. De todos modos, puestos a ponerme cachondo, me quedo con el terrorismo emocional de Turquía.