Los decapitados aparentan ser como usted y como yo. Comen, se lavan, se lamen largamente las patitas y los bigotes, prestan sus testas envenenadas a otros decapitados, envilecen calles iguales, sonríen, beben agua de rosas y no se mueren ni a tiros. Los decapitados no tienen nombre sino número. Nacen ya sin cabeza y sus madres les besan los pies a falta de algo mejor que llevarse al beso. Los decapitados piensan con los pulmones, higadean consignas, pancrean símbolos, ahorcan con los intestinos, gonadean la alborada, vegigan noche, palmean palmas y son felices. Los decapitados miran terror y son terror, firman en restaurantes de lujo y follan de lujo en puticlubs tristes, se llaman de usted y manan sombra. Los decapitados se descubren ante las damas y se cubren ante los hombres. Los decapitados aman a los débiles y los llevan al cielo; tan alto, tan azul, tan escrupulosamente cielo. Los decapitados duermen de un ojo abierto y desayunan tazones de leche a los que bajan el sol cada mañana a eso de las doce. Los decapitados no empeñan la palabra porque son palabra hueca, no dan la espalda porque son espalda. Los decapitados. Los sin cabeza.
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4 comentarios:
Los decapitados, nos llevan de cabeza, nos intentan atrapar, inculcar sus inexistentes ideas, pero no lo vamos a permitir, esa va a ser nuestra lucha.....no hay tregua.
te beso sin tregua
Relato digno de "El libro de los abrazos".
Ha sido un lujo darme el primer baño del verano a su lado, y en el Postiguet!, tenemos otro pendiente, ya sabe dónde....
te beso marítimo
@el placer ha sido mío morena, se lo aseguro. Ese baño y el posterior constituyen los dos mejores momentos de este fin de semana, intenso fin de semana. Quedan algunos pendientes. Dicen que los mares son siete, no?
@Vicè, gracias por su generosidad
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