lunes, 15 de junio de 2009

Más tonto que una ortiga


Lo que Marx no sabía es que el colapso del capitalismo vendría de la mano de tipos tan poco sospechosos, a priori, como Joan Laporta. Lo que yo no sabía es que Pedro Muelas alcanzaría en público tales grados de abyección intelectual y moral.


Caso Cristiano Ronaldo. El Real Madrid desembolsa 94 millones de euros y se hace con los servicios de un jugador de fútbol. El Manchester cobra 94 millones de euros y se deshace del tal jugador. Y el apocalipsis. Joan Laporta se descuelga con algo parecido a que la gestión económica de Florentino Pérez es imperialista. Pedro Muelas, en la ortiga, se descuelga con una comparación de parvulario entre las necesidades del tercer mundo y el gasto del Real Madrid. Como telón de fondo la crisis mundial y la supuesta irresponsabilidad de gastar tanto dinero con la que está cayendo acá y acullá.


Un par de reflexiones rápidas. Si la empresa X - pongamos una eléctrica - adquiere el 47% de la mercantil Y - pongamos una cementera - por 100 millones de euros no sólo no es imperialista y obsceno en tiempos de crisis, sino que es saludado como un movimiento a imitar, una inyección de líquido en el mercado que generará movimientos proporcionales a su alrededor, creará puestos de trabajo que generarán consumo que generarán impuestos directos e indirectos que generarán "brotes verdes" en la economía. ¿Me explica alguien la diferencia? ¿Me explica alguien la inmoralidad del asunto? De hecho ¿me explica alguien qué carajo hacemos hablando de moral? El capitalismo es inmoral e imperialista por definición, así que podemos poner en tela de juicio el sistema - y me parecerá bien - pero no que uno de sus actores observe sus reglas. El fichaje de Cristiano Ronaldo, rendimiento deportivo al margen, es un colosal movimiento financiero. De esos que reclaman los gobiernos cada vez que les ponen un micrófono delante y no se acuerdan de hablar del Falcon.


¿Es más inmoral gastarse 100 millones de euros en un futbolista que gastárselos en tres? El Valencia pide cincuenta quilos por Villa y, siguiendo la lógica de la ortiga, lo que debería hacer una vez ingresados es ponerse a construir escuelas en el Congo y financiar la lucha contra la malaria. Permítanme que ponga en duda que tal cosa suceda. Si finalmente el Manchester ficha a Villa por 52 millones de euros ese dinero se invertirá en paliar la deuda del conjunto Ché y con un poco de fortuna y sentido común en retomar la construcción del estadio. Un estadio completamente adecuado a moral según parece.


También se escucha estos días la siguiente reflexión. ¿Cómo los bancos dan préstamos al Real Madrid y no a los particulares, las pymes y tantos y tantos necesitados? En primer lugar parece que sólo se le preste dinero al Real Madrid. En segundo lugar los bancos lo que hacen es un estudio de riesgo (bastante laxo hasta la fecha y así nos vemos donde nos vemos) en base al cual deciden. Si un banco te presta diez es que va a ganar setenta. No es caridad financiera sino perspectivas de negocio. ¿No era tan urgente que los bancos tuviesen dinero y confianza para que todo volviera a rodar?


Volviendo al caso de Prensa Ibérica, grupo editorial al que pertenece el suprascrito de la ortiga, adalid del reparto justo de la riqueza. Supongo que no tuvo huevos a decirle a Moll que en vez de comprarse la 97.7 radio por un pastizal le diera el dinero a aldeas infantiles. Supongo. Aunque claro, igual es que yo soy un capitalista sin corazón y el peso de mi duro sombrero de copa me impide pensar.


Miren, si se trata de darle una patada en el culo a este sistema económico depredador, asesino y sin futuro, cuenten conmigo. Pero para hacer el gilipollas, no. Eso ya lo sé hacer yo solito. Y me sale de vicio.

miércoles, 10 de junio de 2009

Naturaleza Muerta


Votar en la Comunitat Valenciana o eres del PP o es un puto acto de fe. Y de fe ando escaso, en descubierto, en números rojos que no son tan rojos.


Descartado el Partido Popular por razones de incompatibilidad ética, estética, económica, religiosa y legal, repasemos el resto de alternativas.


El primer perseguidor, dizque a unas cuantas lunas de distancia, es el PSPV.

¿Qué cosa es el PSPV? A bote pronto un partido profundamente mediocre. Recuerda a esos equipos de fútbol que llegan desfondados al último tramo del campeonato y que no se sabe si defienden o atacan. Tiene un escudo con historia, pero esa camiseta lejos de ganar partidos encabrona y moviliza a la afición rival aunque sea por lo que pueda tener de amenaza atávica. También a esos boxeadores que se acostumbran peligrosamente a besar la lona y no se sienten seguros fuera de su horizontalidad vencida. Una cosa es la dignidad del derrotado que bla, bla, bla, y otra muy distinta ser un paquete. Los paquetes no gustan a nadie. No conquistan a rubias fatales cuando quiere amanecer y ya están cerrando y es agua el último hielo de la copa. Sólo asquean ligeramente al gorila que lo lanzará al asfalto mojado con una mueca de asco.

El PSPV debería definir una estrategia y cumplirla apasionadamente, a toda ultranza.

Si quieren hacer oposición destructiva, cojonudo. Pero entonces no hay que desfallecer hasta enviar al último oponente al infierno a bayoneta calada. Esa fue la estrategia de Aznar de principios de los noventa. Facilona pero efectiva. Ellos no saben. Les sirven el plato en bandeja (Gürtel, Fabra, Alperi, Orange Market, despilfarro, sanidad, educación, Rus y arriba España) y les falta diente.

Quieren hacer oposición constructiva, pues mejor aún. Entonces cada día ha de suponer un vasto esfuerzo por explicar cuál es su proyecto de sociedad, cuál su giro a la izquierda, cómo será la realidad un día después de que gobiernen. Lo que Anguita llamaba programa, programa, programa. Tampoco sirven para eso. Porque no tienen proyecto. Sólo miedo.

Cuando criticaron tibiamente la F1 el PP tronó ¿No queréis F1? decidlo. Y no lo dijeron. Callaron como putas por un puñado de votos. Cuando el VCF los acusó de enemigos del pueblo valenciano, callaron de nuevo como putas. Cuando el estatuto, callaron como putas y luego corrieron a llorar por su honra ultrajada. El problema del PSPV es que no pretende otra cosa que hacer lo mismo que el PP pero que la pasta acabe en su bolsillo. Con los casos de corrupción urbanística tres cuartos de lo mismo. Son los mismos perros y casi con idéntico collar. Hasta que el PSPV no deje de ser una cueva de tecnócratas flowerpower y se definan, hasta que no privilegien la sustancia a la imagen, hasta que no sepan qué carajo quieren hacer, no cuentan.


La siguiente formación es entrañable. Compromís, el paraguas raído bajo el que se mojan Bloc y EU nació muerta. Necesitaron meses para cerrar un pacto porque se encabronaban, creo recordar, por quién sería el número 3 por Alicante. Bravo. Stupendo. Era una formidable declaración de intenciones. En cuanto a las razones de Eu ellos sabrán. Divididos en Esquerra i País, los restos del ala fundamentalista y Projecte obert sólo necesitaban a la gente de Morera para acabar de pegarle fuego al gallinero. Ahora me cuentan que Gloria Marcos ya no se tiñe el pelo y no da conversación a los taxistas. Ella aniquiló a las voces críticas. Ella sabrá. ¿Y el Bloc? ¿Qué coño es el Bloc? En cuanto acaben de definir qué es para ellos el valencianismo político y cuál es su proyecto social y cultural entonces empezaremos a hablar. De momento niet.


Fuera del arco parlamentario coexisten diversas fuerzas políticas de distinto pelaje. A un lado la ultraderecha. Nada que comentar. Tápense la nariz y sigan caminando, por favor. Luego los colgados de los canutos, los antitaurino y el partido de los señores narigudos de más de cincuenta años que aprendieron a conducir con un seat panda. Estos no cuentan.


Al otro lado del ring, nacionalistas y regionalistas. ERPV que es un poco como el cuñado farsante de todas las bodas, el que ha venido a beberse la barra libre y a ver si le quita a bocados las bragas en el baño a Lupe, la camarera casquivana. UV, muerta. CV, muerta. ONV? Bueno, a parte del afecto personal que le tengo a Carles Choví tampoco su formación me ofrece gran cosa. De un lado un intento más bien timorato de superar el conflicto lingüístico. En el resto de materias... un segundo que me leo el programa y ahora vengo. Dan la sensación de ser aquel pirómano bombero que vivía en un pequeño agujero. ¿Recuerdan la canción? Yo sí.


Así que de cara a las próximas autonómicas lo tengo jodido. Muy jodido. Creo que necesito que venga Leire Pajín a aclararme las dudas.