martes, 18 de noviembre de 2008

Los verdugos de Dios


Pocas cosas complacen más a los ateos que pensar en Dios. Pocos caminos tan gratos como los laberintos que ofrece la teología a los diletantes. Si además el ala cerril del cristianismo - pero es otra cosa, como se verá - se tira al monte con la manta, el rosario y el arcabuz, la cosa puede acabar siendo obscenamente gozosa, lujuriosa.
Pensemos en los catolicitos de base, esos que truenan contra la investigación genética y sus posibilidades curativas. Hace poco pedían poco menos que lapidación pública y ataúd de fuego, san benito y espinas, brea y plumas, para la mujer que, para salvar a su vástago parió otro hijo cuyo ¿cordón umbilical? podría sanarlo. Sermonearon desde cuantas montañas abarcó su paso que nada de eso, que iba contra las más elementales leyes de Dios engendrar una criatura con fines curativos, que era poco menos que emparentar a los humanos con el Paracetamol, que si el Divino Hacedor había querido dolor y muerte para el pequeño nada se podía hacer que no fuera preparar los santos óleos y la enhorabuena del ángel. Del mismo modo argumentan contra la clonación de células, la creación ex profeso de vida para salvar otras vidas. Aberración contra natura, camino de impíos.
Dolosamente omiten el hecho central de su tradición, la clave de bóveda de su entramado de creencias y el acontecimiento que posibilitó la idea de la salvación y la puerta a la vida eterna: Jesucristo fue el primer niño probeta de la historia; engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el padre... para borrar la tara no de un hermano sino de toda la humanidad, para lavar con la efusión de su sangre el pecado, para curar el dolor con su dolor. En el caso del Ungido, del Agnus Dei, se le trae al mundo de un modo "artificial" para sanar el mayor de los males, el pecado, el equivalente laico de la muerte. Recordemos que para los cristianos sin pecado no hay muerte, sólo un tránsito en el que, desembarazados de la materia mutable y corruptible, libres de la gravidez del barro, nos elevaremos con la ligereza de una burbuja freixenet a las regiones de luz del Padre.
Así las cosas, los científicos, los partidarios de la investigación genética, no hacen sino segir a rajatabla las escrituras, hacer una interpretación intachablemente ortodoxa del Libro en el que no cabe conjeturar mácula.
Además media una diferencia favorable a la nueva versión de la estrategia. El niño nacido para salvar a su hermano no está de antemano predestinado al tormento de la cruz, tiene posibilidades de salir adelante y convertirse en un individuo libre y completo. Tiene por tanto una potencia que no tuvo el mismísimo Cristo.
Lo jodido de la oposición de los católicos es que su único motor de pensamiento es el oportunismo político, que no actúen en tanto que católicos sino en tanto que de derechas, que antepongan el rédito electoral de los que permiten que sigan apesebrados a la escuálida teta del estado al ejemplo del mismísimo Dios.
Otra diferencia a vuelapluma: María no decidió ser madre, sino que aceptó lo que Otro había decidido por ella y se convirtió en un simple instrumento del plan de la redención. Una señora cuyo único mérito fue, atendiendo a tradición, la credulidad y la renuncia. Dos condiciones sine qua non para ser una víctima perfecta, para devenir infinitamente maleable en las manos adecuadas.
Ya ven, amigos, yo me podría plantear ser cristiano, pero los propios defensores del dogma lo niegan y así no hay quien se anime.
Ite missa est.

11 comentarios:

morena dijo...

Magnifica reflexión acerca de la hipocresía que nos rodea. Gran post ¡grande Diafebus!

Besos nocturnos, nada hipócritas

La Cretina Comèdia dijo...

Magistral! (no sé com es diu en llatí).

angresola dijo...

Es siempre grande darles de su propia medicina. Por eso es grande este post.
Me he acordado de la definición que dio Borges -poco sospechoso de criptocomunista- de la teología: es una rama de la literatura fantástica. Igual que Oscar Wilde, Borges ofrece algo poco corriente: casi siempre tiene razón.

Abrazos

Anónimo dijo...

Cristo como niño probeta. ¡Es usted genial!

diafebus dijo...

Son ustedes excesivamente amables, pero les mentiría si hiciera un mohín de disgusto. y a todas estas, centrándonos en lo que de verdad me perturba, Edgardo de gloucester no me lee? Acaso no merezco su afilada respuesta? Es la indiferencia su nueva y devastadora arma? ains. anis.

Vicè dijo...

Per a traduir-ho en italià i repartir-ho per les escoles quan entre en vigor la llei de "educazione per la cretina cittadinanza".

Magnífic.

Reverendo Hoover dijo...

Sois todos unos impíos. Por comentarios como este los católicos de pro nos quedamos con las ganas de expandir la nueva buena de nuestro Jesusito. Pero no pararemos hasta convenceros, ateos del demonio, o por lo menos hasta que logremos poner la placa a Santa Maravillas en el Congreso.

morena dijo...

jajajaja

diafebus dijo...

Che, Reverendo, baixem a fumar i aclarim diferències? Trie lloc i hora. Encara que propose la bounty i batir-nos a cubates. I la gamba de dènia te la claves pel cul!

Comtessa d´Angeville dijo...

Jo si aneu a la Bounty, a lo que siga però amb cubates, m'apunte.

Me veig en series dificultats a l'hora de criticar tot lo que estiga batejat. Atea orgullosa però amb massa lligams com per a posar a parir a tota la secta esta.

Anónimo dijo...

La Iglesia de la Virgen del Orgasmo, a punto de inscribirse como culto oficial en Suecia

"El orgasmo es Dios y el orgasmo debe ser adorado". Esta es la 'palabra de Dios' que proclama Carlos Bebeacua, un uruguayo que vive en Suecia y que es el líder de un culto religioso conocido como la "Iglesia de la Virgen del Orgasmo".

Este credo particular de nombre tan extático ha saltado a los medios de comunicación suecos porque está a punto de conseguir ser registrado, en igualdad de condiciones, con el resto de cultos e iglesias del país, según The Local.

Un juez así lo ha decretado, después de que con anterioridad la 'religión del orgasmo' quedara fuera de la egregia lista porque ofendía a los cristianos. Carlos Bebeacua, nacido en Montevideo hace 54 años, se proclama "cardenal" del esta iglesia.

"Dios es orgasmo", explica Bebeacua, que es artista plástico, y decidió iniciar el culto a raíz de una de sus obras, La Virgen del Orgasmo, despertara fuertes protestas en la Expo de Sevilla 92. En esa oportunidad, intervino la policía para evitar disturbios.

La Iglesia del orgasmo cuenta con tres centenares de fieles entre Suecia, España y Latinoamérica, y en su nómina de sacerdotes sólo hay mujeres, que son las encargadas de interpretar el Catecismo del Orgasmo, sus sagradas escrituras. Durante las ceremonias degustan frutas, recitan versos, beben zumos y practican el sexo. Eso sí, aclara Bebeacua, esto último no es lo imprescindible.