lunes, 13 de octubre de 2008

Terapias casi ridículas


Cojan la palabra pan, peguen y despeguen los labios, gusten la tensión hasta que estalle, claven la punta de la lengua en el paladar y apliquen sus blandos costados a las muelas. Pan. Como un corcho que salta por los aires una tarde cualquiera en el salón de los espejos de una vieja sala de fiestas comida por el olvido, como un disparo con silenciador desde la azotea vecina y un oscuro charco de sangre entre dos coches, como un parche de piel de cabra que se palmea por mucho que al otro lado la muerte espere, como la onomatopeya repetida del niño frente a un caballo blanco con las patas embarradas y los ojos húmedos de nostalgia del pastizal y el fuego, como una piedra plana en la soledad de la montaña cuya caída multiplica el vacío. Pan. Tan lejos de la miga y la cáscara. Tan cerca de los suelos que vimos correr. Pan. Tan propicia disciplina para convocar al sueño, esa magia esquiva, esa tregua de la existencia. Sin sueño, sin la bondadosa tregua del oficio de ser, sin poner en suspenso siquiera un instante la mezquina carga de los intestinos, la alopecia y la culpa, la cuestión del otro y la trigonometría, el fervor homicida de la llave del contacto, los goles y Lehman Brothers, la victoria y la incapacidad, sin el pan de cada noche, nada de esto sería posible. Ahora quiero un sueño sin sueños. Quiero frenar a cuchillo la conciencia y atravesar la frontera del ser; tal vez imaginándome con una espada ceñida al cinto, tal vez con el aliento de mi caballo en la mejilla mientras lo abrevo en un lago y acaricio la culata del Colt a la espera de los indios, tal vez al timón de mi velero en un mar del norte, acerado, coronado por blancas diademas de espuma, tal vez con una áspera piel de oso a los hombros atravesando una cordillera nevada, tal vez en la soledad de la barbacana entrenando los ojos en las constelaciones mientras deploro el enésimo retraso de los tártaros, tal vez en un ford negro atravesando despacio las calles de Chicago y viendo de fuera los cafés como en un cuadro de Hopper, tal vez bailando despacio bajo un farol de papel, en un patio de tierra a las afueras de Comala mientras las putas y los militares se intercambian sus desnudeces y sus aceros, tal vez, sólo tal vez. Y ustedes ¿cómo convocan el sueño en noches como esta?

10 comentarios:

morena dijo...

Un cuento tuyo, como este, es una buena solución..

Buenos días

Comtessa d´Angeville dijo...

Pa noches como esa, lo millor és tirar de la mà de la santíssima química receptada pel metge (oh pastilletes beneïdes). He descobert també (Amèrica) que pa no tindre noches como esa resulta que lo que tens que fer és no estar en casa, entonces ve bé sempre anar a pegar una volteta pel barrio o millor,a L´Altet, al bar DOn Nicols, obert fins que la parròquia es cansa. Tinc la sort de viure amb algú amb un insomni pitjor que el meu, el que ve bé sempre. A les quatre del matí OYE QUÉ HACEMOS, VAMOS A DAR UNA VUELTA POR LA PLAYA. O jugar amb la cerda, fer l'amor, dutxar-se, llegir un ratet, posar-se uns cubates tirats en el sofà... quan ens donem conter són les set, es gitem una horeta i a les vuit i quart sona el despertador...

Lo bonico seria traure-li profit al no dormir escrivin coses com açò que ha fet vosté.

morena dijo...

Estoy de acuerdo Comtessa, si yo escribiese así tampoco dormiría...

diafebus dijo...

no jodamos, anden, hagan el favor.

morena dijo...

¿no jodamos? sorprendido me ha...

Forlati dijo...

Yo conte les rajoles del sostre, fume, lligc, apague la llum, l'encenc, fume, lligc, conte les rajoles del sostre… apague la llum, pense en Scarlett, fume, dorc.

morena dijo...

¿A que se refiere con "pensar", je?

Desficium Tremens dijo...

Això de no dormir-me, ya fa temps que no em passa. Per desgràcia, em canse molt.
Si estic despert és per algun enganche i en molt d'esforç.

Bona nit.

La Cretina Comèdia dijo...

La Cretina Comèdia els convoca demà dijous al sopar que es celebrarà al restaurant Amarcord (carrer Serpis, 50). Confirmen assistència al blog de la famiglia.

Llarga vida a la Cretina Comèdia i a Tony Soprano.

Cent'anni e salute!

LCC

morena dijo...

Le vamos a denunciar por abandono, snif, snif